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Aniversario

Hoy es mi 7.266 aniversario, y me pareció egoista por mi parte no dedicar unas letras al culpable al 50% de ese aniversario.Y para ello comenzaré apropiándome, con todo el respeto, de unas letras del maestro Sabina:

Todo empezó cuando aquella serpiente, me trajo una manzana y dijo "prueba", pero ni yo me llamaba Adán, ni ella se llamaba Eva, y aquella manzana, que por supuesto probé, resultó de un sabor dulce como la miel pero, como en toda relación, con pequeños mordisquitos de un sabor amargo como la hiel. Desde aquel momento hasta hoy, han pasado 19 años, 10 meses y 20 días.
Corría el año 1.989, yo acababa de cumplir mi mayoría de edad y ella aún tenía 17. El destino quiso que yo llegara tarde aquel primer día de clase y el único sitio que quedara libre fuera a su lado. Nos cruzamos miradas, nos presentaron. Era gracioso oirla hablar, con aquel acento francés, en muchas ocasiones hablando en un idioma inventado mezcla de español y de francés. Era indudable que algo había pasado entre nosotros, porque al poco tiempo de conocernos éramos los mejores confidentes del mundo. Nos contábamos todo, nuestros amores, desamores, aventuras, desventuras... De pronto un día, hace exactamente 7.266 jornadas, en el acceso a lo que entonces eran unas aulas y en breve convertirán en un hotel, ocurrió. Ambos probamos el delicioso sabor que tiene un primer beso, encontrándolo tan sabroso que no quisimos dejar de probarlo hasta el día de hoy.
Su pelo, cortado a la altura de los hombros, era negro como el azabache, con una ondulación incontrolable, ojos enormes y oscuros como la noche que encandilaban, dientes perfectamente colocados, sin un sólo defecto, blancos como el marfil. Su cuerpo... qué decir del cuerpo de una chica de 17 años. Pero lo mejor de todo lo tenía oculto. Su corazón, que no dudó en compartirlo conmigo.
Recuerdo especialmente un momento, 3.747 días después de ese primer beso, cuando entre la penumbra apareció ella, radiante, hermosa, del brazo de su padre, con un vestido que parecían haber confeccionado los dioses del Olimpo para ella. En su rostro se apreciaba una mezcla entre nerviosismo y felicidad y en sus ojos el brillo que queda en el cielo despues de una tormenta. Su paso, lento y excitado al mismo tiempo, la llevó hasta donde estaba yo esperando. Esa espera tuvo su fruto y ella me dijo Si Quiero y yo le dije Si Quiero.
Pero he de reconocer que el mejor momento de todos los momentos vividos y por vivir ocurrió 4.671 días después de aquel ya lejano y siempre presente primer beso. Fue el día en que un trocito minúsculo de nosotros dos, sin pedirnos permiso y no sin sufrimiento, salió del interior de sus entrañas llenando, más si cabe, lo que ya era una plenitud de sentimientos felices.
Por todos esos momentos que me ha dedicado, simplemente decirle GRACIAS.
No sé qué pasará mañana, quizás nuestros caminos se separen, o quizás no. Puede que nuestras vidas cambien de rumbo, o puede que no, pero de lo que sí estoy seguro es que cada uno de los minutos que he vivido con ella, no los cambiaría por nada de este mundo.

Feliz 7.266 aniversario.

5 comentarios:

Anónimo

idem.

Anónimo

Pero que bonito!!!!!! Es lo mas bonito que he leído en tu blog.. Felicidades a los dos, sois una pareja estupenda.

Besos

Anónimo

Yo me acuerdo de ese primer beso, lo extraño es que te acuerdes tú, porque estabas un poco... vamos, así como... pero bueno normal, a esas horas y despues de una noche de juerga...

Pero me gusta cómo lo has contado, queda más bonito...

PP

Daniel

Enhorabuena Ruben por ese aniversario.

Rubén

Gracias Daniel. Igualmente por el tuyo (aunque sea un poquito atrasado).

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