0

Carta de un padre a un hijo


Querido hijo: 

Espero que en el momento que leas estas letras, sepas comprender lo que a continuación te voy a pedir. 

Han pasado muchos años desde que viniste al mundo, y yo ya no soy aquel joven con ganas de comerme el mundo que era cuando tú naciste, cuando pasaba horas contigo jugando al balón, paseando, corriendo, contándonos cosas... Ahora, debido a mi edad,  llega el momento de que otros cuiden de mí y no sabes cómo me gustaría que fueras tú quien lo hiciera.
Por eso te pido que, ahora que estoy viejo y seguramente a tus ojos no me comporte como cuando era más joven, tengas paciencia y me comprendas.
Cuando mientras coma, derrame comida sobre mi camisa u olvide como atarme mis zapatos, ten paciencia.  Recuerda las horas que yo pasé enseñándote a hacer esas mismas cosas.
Si cuando hablas conmigo, repito una y otra vez las mismas historias que sabes de sobra como terminan, no me interrumpas y escúchame. Cuando tú eras pequeño, para que te durmieras, había que ver miles de veces los mismos dibujos animados o repetirte constantemente el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos.
Cuando estemos reunidos y sin querer, haga mis necesidades, no te avergüences y comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuantas veces cuando tú eras niño te ayudaba y esperaba pacientemente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.
No me reproches porque algún día no quiera bañarme; no me regañes por ello. Recuerda las horas que pasábamos perseguiéndote y los miles de pretextos que te inventabas para evitar el baño.
Cuando me veas inútil e ignorante frente a los adelantos tecnológicos que ya no podré ni seguramente querré entender, te suplico que tengas paciencia y no me lastimes con tu sonrisa burlona. Acuérdate que fui yo quien te enseño tantas cosas. Cómo comer, vestirte, cómo manejar tu primer ordenador o tu primera consola y principalmente cómo enfrentarte a la vida tan bien como lo haces. Todas esas cosas y muchísimas más, son producto de mi esfuerzo y perseverancia.
Cuando en algún momento, mientras charlamos, me llegue a olvidar de qué estábamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te impacientes; tal vez lo importante para mí no era lo que hablábamos, sino poder estar contigo y que me escucharas en ese momento.
Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sé cuánto puedo y cuando no debo.También comprende que con el paso del tiempo, ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.
Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar, ofréceme tu mano para apoyarme como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernitas. Seguramente no seas consciente de los cientos y cientos de horas que pasamos cogidos de la mano cuando tú eras aún tan pequeñito como para soltarte e incluso después. Y ¡Qué orgulloso caminaba yo!.
Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer, lo mejor que he sabido.
No te sientas avergonzado de mí por estar como estoy. Es una fase más de la vida a la que todos debemos llegar. Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice cuando empezaste a vivir.
No sé en qué momento leeras esta carta ni el tiempo que habrá pasado desde el momento en que te la escribí, pero si te sientas a reflexionar, te daras cuenta que, desde el mismo momento que fuiste engendrado, hasta el día que leas estas letras, observarás que siempre y en cada uno de los momentos buenos y malos que te han sucedido, hemos estado tus padres ahí, apoyándote, defendiéndote, disfrutando contigo de tus nuevas experiencias y sufriendo contigo de tus enfermedades o penas... en fin, queriéndote de manera incondicional. Hoy, sólo te pido, que devuelvas una mínima parte de ese tiempo que dedicamos a acompañarte en tu camino y me acompañes mientras termino yo el mío. Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud, sonrisas y amor infinito.
.
Con todo mi corazón,




Tu padre. 



PD: Desconozco quién fue el autor de esta carta que me llegó tan hondo. Espero que sepa disculpar mis modificaciones y añadidos, que seguramente no han hecho más que destrozarlo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Siguiente Anterior Inicio

Contadores y Visitantes

contador de visitas